Publio Quintilio Varo

Era hijo de Sexto Quintilio, que militó en el bando republicano durante la guerra civil. Sexto sobrevivió a la derrota y se desconoce si estuvo implicado en el asesinato de Julio César, para terminar suicidándose tras la batalla de Filipos. A pesar de su origen patricio, Varo debió su ascenso al favor de César Augusto, del cual se mostró partidario muy pronto, reforzando los lazos con su matrimonio con la hija de Agripa, Vipsania Marcela, que a su vez, era nieta del emperador. Así consiguió la amistad del propio Augusto y de su suegro Agripa, siendo Varo el encargado de leer el elogio fúnebre de éste.

Fue elegido cónsul en el año 13 a. C. para ser nombrado después procónsul en África y legado propetor en Siria. En Judea sofocó duramente el levantamiento judío tras la muerte de Herodes I El Grande, consiguiendo una importante fortuna personal.

Augusto lo envió en el año 9 como legado a la provincia de Germania Magna, zona que había sido añadida al imperio tras las incursiones de Druso primero y Tiberio después, pero esa dominación era más nominal que real y Varo debía ratificar el dominio y recaudar impuestos. Sin embargo, su extrema codicia, su falta de sensibilidad y el uso de métodos de romanización demasiado expeditivos le hicieron incurrir en diversos errores de gobierno que le llevaron finalmente a provocar el descontento general y a convertirse en una figura muy impopular entre la población germana.

El ejército que guarnecía la región de Westfalia fue atacado por los queruscos, que se habían rebelado. Varo se internó imprudentemente en territorio hostil engañado por Arminio (al mando de la rebelión), con tres legiones, la XVII, XVIII y XIX, que fueron masacradas tras una sangrienta emboscada en el bosque de Teutoburgo. Varo, herido en la batalla, ante el riesgo de caer manos germanas, optó por suicidarse arrojándose sobre su espada. Su cabeza fue cortada y remitida como trofeo de guerra a Marobod, rey de los marcomanos, pero este, temiendo la ira romana, la envió a Roma donde fue finalmente enterrada en el panteón familiar.

Tras esta derrota la frontera romana quedó fijada en el Rin, retrocediendo desde el Elba, donde se conservaría hasta el fin del imperio romano. La derrota supuso un duro golpe para el prestigio militar de Roma, hasta tal punto que los números de las legiones derrotadas (XVII, XVIII Y XIX) jamás fueron vueltos a utilizar en toda la historia militar del Imperio.

Suetonio dejó escrito que un anciano Augusto, al enterarse de la noticia, entró en un estado depresivo del que nunca se recuperó completamente. Cuando el césar recordaba el episodio, se lamentaba repitiendo: "Vare, Vare, legiones redde" (Varo, Varo, devuélmeme mis legiones).

Símbolos


Desde la reforma de Mario –alrededor del año 104 a. C.-, se ha venido priorizando en el seno de la legión una de las enseñas tradicionales que estos cuerpos solían llevar al campo de batalla. Se trata del águila romana, que se impone como símbolo legionario por antonomasia, desplazando al lobo, al toro, al jabalí y al caballo, muestras de animales totémicos pertenecientes a una sociedad campesina. Las águilas se realizan en metales nobles –plata primero, oro después- y se guardan celosamente en el "aedes signorum" o santuario del campamento. La pérdida de las águilas, como les sucedió a Craso o Marco Antonio en Oriente o a Varo entre los germanos, es el mayor deshonor que puede sufrir un cuerpo legionario. El suboficial al cargo del águila era el "aquilifer".

A mayores, existen otro tipo de estandartes, como los "signa", "imagines", "vexilla" o "dracones":

* El "signum" es el estandarte de cada centuria: rematado en forma de asta o mano –en recuerdo del antiguo manípulo-, se decoraba con guirnaldas, cruces y discos. En los cuerpos auxiliares, los "signa" incluyen imágenes de los emperadores, con lo que el segundo tipo de estandartes -las "imagines"- es privativo de las legiones.

* Por su parte, el "vexillum" es la bandera que marca la posición del general en el campo de batalla, pero también es la enseña de los destacamentos irregulares, por lo que éstas reciben el nombre de "vexillationes". Se cuelgan de una barra cruzada al mástil de la enseña.

* El "draco" es una cabeza de animal en bronce con las fauces abiertas, a la que se añade un tubo de colores y que al agitarlo producía un ruido sordo. Los portadores de estas enseñas eran, respectivamente, los "signiferes", "imaginiferes", "vexillarii" y "draconarii".

El culto a las enseñas se realizaba con carácter permanente mediante la deposición en el "aedes". Sin embargo, existen ocasiones especiales en las que se honran los "signa" y "vexilla" (Rosalia Signorum), las águilas legionarias (natalis aquilae, Honos Aquilae).

Las reformas de Mario


La división de la infantería en secciones especializadas, hastati, príncipes y triarii, desaparecerá con la reforma de Cayo Mario, a finales del siglo II a. C. A partir de la reforma, la infantería legionaria constituye un cuerpo homogéneo de infantería pesada, sin distinciones por razón del armamento o la edad de los soldados, aunque pervivió de algún modo en la nomenclatura de los empleos de la oficialidad con fines de escalafón. Del mismo modo, se eliminó de la legión el contingente de vélites, que ya estaba totalmente en desuso: la infantería ligera de las legiones primitivas era muy poco efectiva, como se demostró una y otra vez durante las Guerras Púnicas, y fue sustituida por cuerpos especializados de "auxiliares", que en la época imperial procedían de levas entre los indígenas de las diversas provincias, agrupándose según su origen étnico y conservando su indumentaria y estilo peculiar de combate.

Esta reforma se debió a la necesidad de crear un nuevo contingente militar para defender el territorio romano tras las gravísimas derrotas sufridas en las guerras contra cimbrios y teutones, dos tribus germánicas que habían atravesado las fronteras romanas en el transcurso de su migración hacia la Galia, entre los años 106 y 105 a. C. Estas derrotas, de proporciones catastróficas, junto con el progresivo desinterés por la milicia por parte de las clases sociales superiores, implicaban que la cantidad de hombres disponibles para combatir era demasiado exigua, y supusieron el paulatino abandono del concepto "ejército de ciudadanos" o ciudadano-soldado por parte de Roma. Mario instituyó un ejército profesional de nueva planta, reclutado entre las clases sociales inferiores, los infraclassem, hasta entonces exentos del servicio militar. A partir de este momento, el legionario es un soldado profesional, que recibe una paga por su servicio y la promesa de mejoras económicas una vez concluido.

Pero esto implicaba también un grave riesgo para la estabilidad de la República, ya que a partir de este momento los soldados con frecuencia depositaban su lealtad mas en su comandante que en su metrópoli. Más aún cuando determinados generales armaban y financiaban legiones de su propio bolsillo (como hizo Cesar en la guerra de las Galias). De ahora en adelante, el ejército se convierte en un factor decisivo en la vida política romana, puesto que cualquier personaje que cuente con el apoyo de las legiones puede utilizarlas como herramienta para obtener el poder.

Desde entonces, las cohortes, de las cuales habría diez por legión, sustituyen a los manípulos como unidad táctica básica. Cada cohorte se compone de 6 centurias y es liderada por un centurión pilus prior. El centurión mayor de la legión es llamado primus pilus, un soldado de carrera y asesor del legado.

Las diez cohortes que integran la legión van numeradas, obviamente, del I al X, pero están organizadas jerárquicamente: la Cohorte I tiene el doble de soldados que las demás, generalmente la componen los más veteranos y se despliega en primera fila. Por el contrario, la cohorte X despliega en segunda fila y está compuesta por los soldados más bisoños. Este desdoblamiento de la primera cohorte podía en ocasiones extenderse a las demás, hablándose en este caso de cohortes miliarias. El desdoblamiento o duplicación de efectivos no se realizaba aumentando el número de centurias sino el de soldados, pasando cada centuria a tener unos efectivos teóricos de 160 hombres.

Por lo tanto, una legión normal se componía de alrededor de 4.800 hombres de armas y de un gran número de discípulos, sirvientes y esclavos. Las legiones podrían contener hasta 6.000 hombres en batalla, aunque en ciertos momentos de la historia romana se redujeron a cerca de 1.000 para refrenar comandantes rebeldes. Las legiones de Julio César tenían sólo 3.500 hombres aproximadamente.

Por otra parte, desde la época de Julio César, las legiones incluían un tren de artillería bastante completo: cada centuria estaba equipada con una carroballista, una gran ballesta montada encima de un carro, y cada cohorte con una catapulta, lo que no sólo incrementaba la potencia de fuego de la legión en el combate a campo abierto, sino que servía también para la guerra de asedio.

Este pequeño ejército, capaz de batirse por sí solo en casi cualquier modalidad militar, arrastraba (especialmente en la época imperial) una gran cantidad de personal civil no directamente relacionado con la legión: comerciantes, prostitutas, "esposas" de legionarios (que no podían contraer matrimonio), que al establecerse en torno a los campamentos permanentes o semipermanentes acababan dando lugar a auténticas ciudades.

En principio, era requisito imprescindible para ser legionario el poseer la ciudadanía romana.

Organización

En la República, la existencia de las legiones fue efímera. Con excepción de las Legiones I a IV, que formaban el ejército consular (dos por cónsul), las otras unidades se reclutaban por campaña. El carácter permanente tuvo lugar fundamentalmente por cuestiones internas: en particular para garantizar su lealtad al Emperador, y no a sus generales. Durante el Imperio, la legión fue estandarizada, con símbolos y una historia individual, en donde los hombres servían con orgullo. Las legiones eran comandadas por un legado o legatus. Rondando los treinta años de edad, usualmente serían senadores por tres años. Los subordinados inmediatos del legado, serían seis tribunos militares elegidos: cinco oficiales regulares y el sexto, un noble representando al Senado. Había un grupo de oficiales prestando servicios médicos, ingenieros, cronistas y el praefecti castrorum (prefecto o comandante de campo), que había servido como primipilum, o primer centurión, siendo éste un personaje muy respetado. Por debajo del primipilo se hallaban los centuriones, que tenían como subordinado a un optio. Por debajo se hallaba la masa de legionarios, entre otros especialistas como sacerdotes y músicos.

A mediados de la República, las legiones se componían de las siguientes unidades:

Caballería o equites. Esta era originalmente la unidad más prestigiosa, donde los romanos jóvenes y saludables comenzaban a destacarse antes de iniciar sus carreras políticas. El equipamiento necesario era pagado por cada jinete, y consistía en un caballo, un escudo redondo, casco, armadura corporal, espada y una o más jabalinas. La caballería era excedida en número en la legión. En un total de cerca de 3000 hombres, habría apenas unos 300 jinetes, divididos en 10 unidades de 30 hombres. Al mando de cada unidad, había un decurión. A esta caballería pesada se sumaba una caballería ligera que reclutaba ciudadanos más pobres y jóvenes de buena salud, pero sin la edad suficiente para entrar en la hastati o en la equites.

Infantería ligera o vélites. Los velites eran básicamente lanzadores de jabalina y hostigadores en general, y no tenían una organización formal precisa o una función en el campo de batalla. Eran utilizados según la necesidad y provenían de los estratos económicamente más bajos de la sociedad.
Infantería pesada. Era la unidad principal de la legión. Se componía de ciudadanos legionarios que pudieran pagar el equipo compuesto de casco de bronce, escudo, armadura y lanza corta (pilum). El arma preferida era el gladius, un tipo de espada corta. La infantería pesada estaba subdividida de acuerdo a la experiencia de los legionarios en tres líneas separadas:

* Los hastati (sing. hastatus)eran los más jóvenes y formaban la línea delantera. Iban armados con dos pila de distintos pesos, para que una tuviera más alcance y la otra perforase los escudos. En el cuerpo a cuerpo, usaban la espada. Como armadura era común el uso de placas de bronce sujetas con correas de cuero, que tapaban el corazón y parte del pecho. También utilizaban casco de bronce y el scutum (escudo largo romano).

* Los príncipes (sing. princeps), hombres con edades rondando los 30 años, componían la segunda línea de la legión e iban armados al igual que los primeros, pero en lugar de la placa del pecho, podían pagarse una coraza de cota de malla de anillos.

* Los triarii (sing. triarius)eran los soldados veteranos y alineados atrás, que sólo entraban en combate en situaciones extremas. A diferencia de los príncipes, en lugar de los pila manejaban una lanza larga, formando una sólida falange erizada de puntas de lanza que contuviera al enemigo.

Cada una de estas líneas estaba subdividida en manípulos, la menor subunidad del ejército, compuestas de dos centurias comandadas por el centurión mayor. La centuria como unidad de combate estaba formada por 80 hombres. Su nombre viene dado por ser la unidad que acompaña al centurión. Suele pensarse erróneamente que poseían 100 hombres porque se asocia centuria a ciento, y eso es totalmente equívoco. Cada centuria tenía su estandarte y estaba compuesta por diez unidades llamadas contubernia. En un contubernio había 8 soldados compartiendo tienda de 4 plazas (los otros 4 estarían siempre de guardia), piedra de moler, una mula y un caldero (dependiendo de la duración de la travesía).

En batalla, los manípulos estaban organizados comúnmente en una formación cuadriculada llamada quincux. Los manípulos de príncipes cubrían los espacios abiertos dejados por los hastati, siendo cubiertos los propios por los manípulos triarii.

Historia

Originalmente, en la época de los Reyes, la legio englobaba al ejército romano en su totalidad, compuesta de ciudadanos romanos reclutados para las armas. En algún momento, posiblemente al comienzo de la República Romana, la legio estaba subdividida en dos legiones separadas, cada una bajo el mando de uno de los dos cónsules. En los primeros años de la República, cuando las campañas militares romanas estaban centradas principalmente en rechazar multitud de invasiones, no se sabe a ciencia cierta si el poder militar de las legiones fue desplegado completamente en su conjunto. Las legiones se organizaron de un modo más formal en el siglo IV a. C., cuando las guerras en las que Roma se veía involucrada se hicieron más frecuentes y estratégicamente mejor planificadas, y el ejército consular se dividió en dos legiones. Los tribunos militares aparecieron después del año 331 a. C. La organización interna de la legión fue más sofisticada, de la clásica falange se pasó al sistema de cohortes, manípulos y centurias. Más tarde, durante el Imperio, la legión era comúnmente reforzada por tropas aliadas, las allae. Estas tropas eran reclutadas entre mercenarios o entre pueblos cuya habilidad bélica era bien conocida en el mundo antiguo, como los jinetes númidas o los honderos baleares. Su función era generalmente la de actuar como auxiliares de las tropas romanas, principalmente legionarios.

Durante los períodos finales de la República de Roma y la Roma Imperial, las legiones desempeñaron un rol político importante, al tiempo que se profesionalizaban completamente. Sus acciones podían asegurar el destino de un Emperador romano, o destruirlo. Un ejemplo es la caída de Vitelio en el Año de los cuatro emperadores, decidida en el momento en que las legiones del Danubio eligieron apoyar a Vespasiano. Cerca del siglo I a. C., la amenaza demagógica de las legiones quedó claramente identificada. Los gobernantes no podían alejarse de sus provincias con sus legiones. Cuando Julio César cruzó el río Rubicón para dejar sus provincias y trabarse en armas en Italia, se precipitó una crisis constitucional.

Legión romana

La legión romana (del latín legio, leva) era la unidad militar de infantería básica de la Antigua Roma. Consistía en un cuerpo de infantes pesados de unos 5.000 y más tarde 10.000 soldados de infantería y varios centenares de jinetes. Las legiones tenían asignado un nombre y un número; se identificaron cerca de 50, pero nunca llegaron a existir tantas en un mismo momento de la historia de Roma. Usualmente había 28 legiones con sus auxiliares, y se reclutaban más según las necesidades y la situación en cada momento.

El siglo de Augusto

La audacia de Augusto le llevó al poder y su gobierno se caracterizó por la prudencia con la que gobernó. A cambio del poder absoluto y la confianza que el pueblo había depositado en él, Augusto dio a Roma 40 años de paz cívica y de prosperidad constante, el período conocido históricamente como la Pax Augusta, o paz augusta. Creó el primer ejército permanente y la marina de guerra de Roma y colocó a las legiones a lo largo de las fronteras del imperio, donde no podrían involucrarse en la política. También reformó las finanzas de Roma y los sistemas fiscales.

El Testamento de César

Cuando César fue asesinado el 15 de marzo de 44 a. C., Octavio estaba con el ejército en Apolonia, en lo que ahora es Albania, y en ese entonces era Macedonia. En su testamento, César, sin hijos legítimos, adoptó a su sobrino nieto, que toma el nombre de Cayo Julio César Octaviano y le nombró su heredero. Marco Antonio acusó posteriormente a Octavio de haberse ganado su adopción a cambio de favores sexuales, aunque Suetonio considera dicha acusación como una difamación con fines políticos.

Después de las exequias funerales y la lectura pública del testamento de César, los principales conjurados (Marco Junio Bruto y Cayo Casio Longino) huyeron de Roma, al tiempo que Marco Antonio declara abolida la dictadura, aunque se niega a reconocer a Octavio (que todavía no había vuelto de Macedonia), como heredero del poder político de César.

En el 44 a. C. y 43 a. C. los conjurados se dispersan por el Imperio Romano: Marco Junio Bruto se refugia en Macedonia, Casio lo hace en Siria, y Décimo Junio Bruto Albino en la Galia Cisalpina.

En esta última se desarrolla la Guerra de Módena, con Marco Antonio persiguiendo a Décimo Bruto por la provincia, hasta encerrarlo en Módena, donde lo somete a asedio.

Mientras, Octavio atraviesa Italia y recluta un ejército entre los veteranos de César, haciendo valer su condición de heredero. Con apenas 18 años, se subestiman sus posibilidades y su poder real. Así, se enfrenta al lugarteniente de César, Marco Antonio; contando con el apoyo de Cicerón y de los republicanos del Senado de Roma que le conceden poderes de propretor, con lo que esperan dividir a los cesaristas y enfrentarles entre sí; también cuenta con el apoyo de los grandes financieros (como Mecenas, su amigo), lo que le permitió costearse su ejército privado.

Tras derrotar a Marco Antonio en el año 43 a. C., en la guerra de Módena, en la que mueren los cónsules Aulo Hircio y Cayo Vibio Pansa Centroniano, exige del Senado el nombramiento como cónsul; rechazado por su juventud (tenía sólo 20 años), marcha sobre Roma y se hace nombrar cónsul por el pueblo y las legiones, no teniendo necesidad de trabar combate.

Desde el año 43 a. C., Octavio es cónsul haciéndose otorgar poderes extraordinarios, en principio para hacer cumplir las sentencias de los tribunales especiales establecidos para perseguir a los asesinos de César.

Enfrentado a la resistencia de los republicanos Bruto y Casio, fuertes en Oriente, Octavio decide aliarse con sus antiguos enemigos Marco Antonio y Marco Emilio Lépido. El 11 de noviembre del 43 a. C. se produce la Entrevista de Bolonia, de la que sale el Segundo Triunvirato.

Los primeros tiempos

Los griegos focenses fundaron en el sur de estos territorios una ciudad llamada Massalia (actual Marsella). De esta época se tienen los primeros datos e informaciones sobre la Galia y los galos. Los griegos llamaban keltoi (que significa en griego: los audaces, debido a su gran valor), en general a los que se conoce como celtas, pero en estas regiones utilizaban también el nombre de Galatia y gálatas Γαλατης para designar la tierra y sus habitantes. Este término de gálata se refiere tanto a los habitantes europeos como a los que se establecieron más tarde en Asia Menor, fundando la región de Galacia. Los celtas se han llamado siempre a sí mismos galiain, o sea: galos. Estos dos términos de Galia y galos se siguieron empleando después de la conquista de Julio César para designar las provincias romanas que se extendían por estos territorios y se conservaron hasta el final de la dinastía Merovingia, al menos en los documentos de la época. Más tarde, y ya en plena época de la dinastía Carolingia perteneciente al Reino de los francos surgió el término de Francie (Francia occidentalis) que designaba los territorios de la antigua Galia romana.

En la Galia no existía ninguna unidad política ni tampoco territorial. No constituyen un Estado organizado sino un conjunto de pueblos compuestos por tribus diferentes y de distintas etnias. Si había algo que uniera a este conjunto de tribus era el comercio bien desarrollado, que llegaba bastante lejos, basado en la industria de la metalurgia, muy desarrollada.

Gastronomía

La cocina alemana varía enormemente de una región a otra. Las regiones del sur de Baviera y Suabia, por ejemplo, comparten una cultura culinaria con Suiza y Austria. Carne de cerdo, carne de vacuno, y aves de corral son las principales variedades de la carne consumida, con la carne de cerdo como la más popular. A lo largo de todas las regiones, la carne se come con frecuencia en forma de salchicha. Más de 1500 diferentes tipos de salchichas se producen en el país. Los llamados alimentos orgánicos han ganado una cuota de mercado de alrededor del 3,0% y se prevé que sea una tendencia creciente.

El desayuno es usualmente una selección de cereales y la miel o mermelada con pan. Algunos alemanes comen embutidos o queso con pan para el desayuno. Más de 300 tipos de panes son conocidos en todo el país. Al ser un país de inmigrantes, ha adoptado muchos platos internacionales. Platos italianos como pizza y pasta, o turcos y árabes como el kebab están bien establecidos, sobre todo en ciudades grandes. Restaurantes chinos y griegos están también considerablemente extendidos.

Aunque el vino es cada vez más popular en muchas partes de Alemania, la bebida nacional es la cerveza. El consumo de cerveza por persona en el país está disminuyendo, pero con 116 litros por año está todavía entre los más altos del mundo. De 18 países occidentales encuestados, el consumo per cápita de refrescos resultó ser inferior a la media (14ª en la lista), mientras que el consumo de jugo de frutas es uno de los más altos (tercero en la lista).

Deporte

La participación de Alemania en los Juegos Olímpicos ha sido una de las más destacadas desde que se realiza este evento. El país organizó los Juegos Olímpicos de Verano en 1936 y en 1972 Alemania Occidental hizo lo propio.

La Federación Alemana de Deportes Olímpicos (DOSB) cuenta con más de 27 millones de miembros.[66] Según datos de esta organización, aproximadamente la tercera parte de la población del país realiza la práctica deportiva a través de un club o asociación en alguna de las más de 200.000 instalaciones de carácter deportivo que existen en el territorio y en los 2.400 clubes del país.[66]

Por su parte la Federación Alemana de Fútbol (DFB) cuenta con más de 26.000 clubes, totalizando 6 millones de miembros, la membresía más grande de cualquier federación deportiva en el mundo.[67] La selección de fútbol de Alemania ha conseguido tres copas mundiales (en 1954, 1974 y 1990) y tres eurocopas (1972; 1980 y 1996). En tres ocasiones llegó a la final de la Eurocopa sin ganarla (1976, 1992 y 2008). Asimismo, el país fue sede de los campeonatos mundiales de 1974 y 2006.

A nivel de clubes destacan equipos como el Bayern Munich, el más laureado del país y a su vez, uno de los clubes más grandes de Europa. Su mayor hito fue el ganar tres copas de Europa de forma consecutiva (1974, 1975 y 1976. Posteriormente ganaría en 2001). También están el Hamburgo SV, el Borussia Dortmund, clubes que también ganaron la Copa de Europa, en 1983 y 1997, respectivamente; aparte de otros campeones europeos como el Bayer Leverkusen, Borussia Mönchengladbach, Werder Bremen y Schalke 04.

Alemania también se destaca en el fútbol femenino, categoría en la que ha conquistado dos coronas de campeona del mundo 2003 y 2007.

En cuanto al automovilismo, Alemania es una de las naciones principales a nivel mundial. Con numerosos automóviles ganadores de carreras como conductores alemanes. Precisamente el más exitoso conductor de Fórmula 1 en la historia es el alemán Michael Schumacher.

También el ciclismo es un deporte popular en Alemania y uno de los mejores ciclistas de los tiempos recientes, Jan Ullrich, ganó el Tour de Francia en 1997 y finalizó segundo en cinco ocasiones.

En hockey sobre hierba, Alemania ha obtenido dos medallas de oro en el torneo masculino del campeonato mundial de hockey sobre hierba, una en 2002 y otra en 2006; y otras dos medallas de oro en el torneo femenino, una en 1976 y otra en 1981.

Cine

El cine alemán fue especialmente influyente durante los años de la República de Weimar con los expresionistas alemanes como Robert Wiene (El gabinete del Doctor Caligari) y Friedrich Wilhelm Murnau. La época nazi produjo obras significativas como la película Münchhausen (1943) o el controvertido trabajo de la directora Leni Riefenstahl.

Durante el periodo 1970–1980 directores como Volker Schlöndorff, Werner Herzog, Wim Wenders, Rainer Werner Fassbinder colocaron el cine alemán de vuelta en la escena internacional con sus películas a menudo provocadoras. Más recientemente, películas como Das Boot (1981), Lola rennt (1998), Good bye, Lenin! (2003), Gegen die Wand (2004), Der Untergang (2004) y Das Leben der Anderen (2007) han gozado de éxito internacional.

El Festival de Cine de Berlín, celebrado anualmente desde 1951, es uno de los festivales de cine más prestigiosos. La ceremonia anual de los Premios del Cine Europeo se celebra cada dos años en la ciudad de Berlín, donde se encuentra la Academia de Cine Europeo. Los estudios Babelsberg, en Potsdam, son los más antiguos de gran escala en el mundo y constituyen un centro internacional para la producción de películas.