Consecuencias


Cabe decir que la batalla fue realmente importante, pero menos de lo que tradicionalmente se ha venido en considerar: así, es cierto que el Imperio romano marcó su límite en Germania, y los emperadores romanos aceptaron que el coste de someter a esas regiones era demasiado alto para lo que podían ofrecer, pero también lo es que no tuvo mayores consecuencias. Los romanos quedaron en posesión de una estrecha franja de terreno, como cabeza de puente, entre los ríos Rin y Danubio —los llamados Campos Decumanos— que fue fortalecida mediante un sistema de empalizadas y torres de vigilancia, alternados con auténticos campamentos legionarios, lo que se denominó limes, desde donde examinaban con atención los acontecimientos transrenanos y, de vez en cuando, hacían excursiones en terreno germano.

El prestigio militar de Roma no se vio en realidad muy mermado, ya que lo recuperó en gran medida gracias a las expediciones y victorias de Julio César Germánico, pero la masacre sí constituyó un hecho luctuoso de gran magnitud, y en su momento incluso de alarma, hasta tal punto que los números de las legiones derrotadas (XVII, XVIII y XIX) jamás fueron vueltos a utilizar en toda la historia militar del Imperio romano.

No hay comentarios: