La percepción individual de la inmigración


Los procesos migratorios son inherentes a la especie humana y a muchas otras especies, como puede verse en la imagen de unos loros en un parque de Majadahonda en la Comunidad de Madrid aunque, en este caso, no fue que los loros emigraran por su cuenta como sería con otras especies migratorias de aves, sino que vinieron con la población inmigrante probablemente de algún país latinoamericano. Dichos procesos nacen del instinto de conservación de la especie más que del individuo, y se deben siempre a una evaluación comparativa del entorno donde se vive en cuanto a los recursos y posibilidades con que se cuenta, y de un entorno diferente, en el que existe una percepción de que esos recursos y posibilidades pueden ser mayores y mejores. Esta comparación entre la vida cotidiana en un país y otro se origina actualmente por la amplia facilidad de desplazarse de un lugar a otro, con lo que resulta cada vez más fácil, enterarse de cómo es la vida en otros países. Actúa en un doble sentido: cuando se tiene una percepción favorable a su propio país y cuando esta percepción es desfavorable, lo cual es el motivo que explica la inmigración en el primer caso y el que describe los motivos de emigración en el segundo caso, como puede verse en un artículo de Axel Capriles en el periódico El Universal de Caracas del 24 de septiembre de 2009. Evidentemente, cuando se trata de evaluar el nivel de vida que existe entre los diferentes países, no sólo se puede lograr a través de algún viaje al exterior sino por multitud de vías y procedimientos que hoy en día se han hecho posibles por el desarrollo tecnológico de las comunicaciones y de los medios de transporte: comunicación con familiares en el país de posible entrada, referencias de terceras personas, propaganda turística o de otras actividades económicas, etc.

No hay comentarios: