La localidad espera remontar las cifras de turismo de otros años. MEDITERRÁNEO
Las perspectivas de la actividad turística en Peñíscola son, este verano del 2011, moderadamente optimistas. Así lo señaló el presidente del Patronato de Turismo, Rafael Suescun. “Hay cosas que pasan en el exterior que nos afectan más de lo que parece”, explicó. Entre estas circunstancias, destacó los indicios de recuperación económica en algunos países europeos, como Gran Bretaña o Alemania, o la inestabilidad política que se da en el norte de África, y que suponían una competencia con el turismo español.
Suescun señaló que en veranos anteriores hubo una gran competencia con hoteles de Canarias y Baleares. “Allí están trabajando muy bien con ingleses y alemanes y, una vez se han llenado estos establecimientos, ya no hacen ofertas agresivas para captar a parte de nuestro turismo”, basado fundamentalmente en el mercado nacional. Un hecho que, tal como afirmó el presidente del patronato, llegaba a afectar “entre el 5 y el 7% de nuestro negocio, y obligaba a rebajar los precios”.
poca ANTELACIÓN // Los niveles de reservas, en este inicio de la temporada alta, hacen albergar esperanzas de que habrá una mejora con respecto a estíos anteriores. “Tanto en cámpings como en hoteles hay previsiones muy buenas y tenemos el factor del alquiler de apartamentos, que parece que esté remontando”, añadió.
Donde no hay previsiones tan optimistas es en el segmento de los negocios complementarios, formado por tiendas, bares o restaurantes, que seguirán notando los efectos de la restricción del consumo que practica el turista nacional: “Está claro que la gente vendrá igualmente de vacaciones, pero recortan gastos”.
Las buenas perspectivas deberán confirmarse a medida que avance la temporada. La irrupción de las nuevas tecnologías implica que un porcentaje muy importante de reservas se haga ya a través de internet, y con muy poca antelación con respecto a la fecha de las vacaciones. Algo que los empresarios vienen experimentando en los últimos tiempos. Estos han tenido que adaptarse a las tendencias que van adoptando los turistas. H
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