Los pedidos industriales de Alemania subieron menos de lo esperado en febrero, afectados por los continuos problemas económicos de la zona euro que afectaron con mayor fuerza a la industria manufacturera de bienes de consumo, aunque la fuerte demanda de países no europeos dieron algo de impulso.
Los pedidos ajustados por estacionalidad y precios subieron un 0,3 por ciento en el mes, repuntando desde una caída revisada de un 1,8 por ciento en enero, según datos del Ministerio de Economía.
El modesto avance de febrero no cumplió con las expectativas de un alza del 1,2 por ciento en un sondeo de Reuters.
Un alza del 1,7 por ciento en los pedidos del extranjero ayudó a compensar una caída del 1,4 por ciento en la demanda interna, pero los pedidos de alto valor se mantuvieron muy por debajo del promedio, agregó el ministerio.
"No hemos superado la caída en el crecimiento todavía. Pero al menos esto indica una estabilización. Comparado con otros países de la zona euro, Alemania está bien", dijo Andreas Scheuerle de Dekabank.
"La zona euro es el problema. Mientras las firmas alemanas hacen grandes negocios con Estados Unidos y países emergentes, la demanda cae por la debilidad de la zona euro, que es donde va la mayoría de las exportaciones alemanas. Varios países afectados por la crisis siguen sufriendo por las medidas de austeridad, el feble crecimiento y el alto desempleo", agregó.
Los pedidos de la zona euro, que representan el 40 por ciento de las exportaciones, cayeron un 3,2 por ciento en el mes, mientas que los pedidos desde fuera del bloque monetario subieron un 5 por ciento.
Analistas se animaron ante la significativa revisión al alza del dato de pedidos de enero desde la cifra original de una caída del 2,7 por ciento.
La economía alemana, la más grande de Europa, se contrajo un 0,2 por ciento en el cuarto trimestre, pese a que un positivo dato de confianza empresarial dejó a muchos esperanzados en que el país pueda evitar una recesión.
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